Por: Luisana Arcila
En el competitivo mundo de los negocios y las redes profesionales, la marca personal es mucho más que un currículum o una lista de logros. Es la suma de cómo te perciben los demás y un reflejo integral de quién eres. Aunque no siempre seamos conscientes de ello, todos tenemos una marca personal que se manifiesta en diferentes contextos.
En un grupo de amigos podrías ser visto como: el inteligente, el aventurero o el detallista. Este entorno influye en cómo actuamos y cómo somos percibidos, definiendo nuestra marca personal (inconscientemente). Como te ves es el primer mensaje que envías al mundo. La forma en que te vistes, tu higiene y tu lenguaje corporal comunica mucho antes de que digas una palabra. Aunque no necesitas seguir un código de vestimenta rígido, tu apariencia debe reflejar la autenticidad que deseas proyectar. Recuerda, la primera impresión visual establece el tono para todas tus interacciones futuras.
La comunicación efectiva es esencial para una marca personal definida. Lo que dices y cómo lo dices debe ser claro, relevante y estar alineado con la imagen que deseas proyectar. Utiliza un lenguaje que refleje tu experiencia y asegúrate de que tu estilo de comunicación sea consistente en todos tus contextos y plataformas. Una comunicación efectiva no solo transmite tus ideas, sino que también refuerza tu credibilidad y autoridad en tu campo. El comportamiento diario es el aspecto más tangible de tu marca personal. La forma en que actúas en diferentes situaciones, cómo gestionas tus responsabilidades y cómo interactúas con los demás habla directamente de tu carácter profesional.
La coherencia entre tu decir y tu hacer es fundamental para construir confianza y credibilidad. Por ejemplo, si te presentas como un innovador pero tus acciones son renuentes al cambio, se creará una discordancia que puede dañar tu reputación. En resumen, en cualquier escenario que quieras destacar es fundamental que tu marca personal esté en perfecta sintonía.
Debido a la influencia actual de las redes sociales es fácil caer en la tentación de querer mostrar una imagen mejorada de nosotros mismos, hasta quizá dar vida a nuestro alter ego digital a través de ellas. No podemos basar nuestra imagen en un engaño, no se trata de eso. Si sientes que no estás listo para desarrollar tu marca personal, no tengas prisa, invierte tiempo en descubrir quién eres y qué puedes aportar para luego apostar por tu marca personal con tu esencia y poder mantener ese proyecto en un hábito de por vida. Merece la pena.